Es mucho más fácil ser un paciente feliz que no serlo. Tu
interés y cooperación harán el tratamiento más placentero, si sigues
cuidadosamente todas las indicaciones, pronto disfrutarás de los beneficios.
Procura siempre asistir a tus consultas, ya que en la constancia está
el beneficio para tener un mejor control del tratamiento. Si por cualquier
razón no puedes asistir a una de ellas es de gran ayuda que la canceles con
anticipación, para así darte otra cita y que el tratamiento no se alargue.
Los pacientes felices siguen instrucciones, se cepillan los
dientes, usan los aparatos y comen lo que se les indica. Cuando se les da una
cita nunca olvidan el compromiso de asistir puntualmente.
Al comenzar el tratamiento ya formas parte de nuestro equipo,
desde la primera vez, trabajaremos juntos hasta el día que se retiren tus
aparatos de ortodoncia, y puedas mostrar con orgullo el resultado, ¡todo por haber
sido un gran paciente!
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