Molestar o bromear es un acontecimiento diario en la niñez. Pero cuando se hace con situaciones que tienen que ver con el físico de una persona, puede llegar a ser muy perjudicial tanto para niños como para adultos. Los efectos pueden ser muy profundos y perdurar mucho tiempo hasta ser superados y llegan a tocar o modificar la psicología del niño o adulto.
Los niños que son persistentemente molestados tienen un tipo psicológico marcado, teniendo relaciones sociales bajas y personalidad de naturaleza sumisa e insegura. Desgraciadamente la apariencia física es el factor principal para molestar o ridiculizar, hacerlo por la apariencia de los dientes o del perfil es común, muy doloroso y perturbador para el infante.
Afortunadamente está comprobado que rápidamente hay un marcado aumento en la autoestima, seguridad, personalidad y relaciones sociales de los niños, debido al cambio de posición de sus dientes gracias a los tratamientos ortodónticos tempranos. Estos pueden iniciar desde que aparecen los primeros dientes permanentes o inclusive, antes, cuando hay problemas con el crecimiento de los huesos faciales o por malos hábitos como chupeteo de dedo.
Cuando se inicia con dichos tratamientos (colocación de brackets, por ejemplo) los chicos se sienten comprendidos, apoyados por sus padres y familiares. Este tipo de aparatos son bien vistos por los niños, los perciben como una moda y los lleva a ser populares entre sus compañeros, aumentando en ellos su seguridad y autoestima, al ver día a día los avances en la posición de sus dientes. Al final, hace que se sientan más felices y sonrían más.
De acuerdo con un estudio realizado a padres de escolares se encontró que la mayoría buscaban tratamiento temprano porque les preocupaba la apariencia de los dientes de sus hijos. Más de la mitad lo hacía porque se burlaban de ellos y otro buen porcentaje porque sus propios hijos se lo pedían.
Las ventajas de realizar un tratamiento temprano en niños no solo se limita a la autoestima y apariencia, también ayuda a tener tratamientos ortodónticos más cortos y terminados a más temprana edad, con resultados rápidos y efectivos. Reduce en gran cantidad la tendencia que tienen los dientes a recidivar o desalinearse con el tiempo, mejora el lenguaje, disminuye problemas de la articulación temporomandibular, muchas veces evita los tratamientos quirúrgicos por crecimientos excesivos de mandíbula o maxilar, también mejora la función masticatoria y salud bucal.
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